No se trata de ninguna calle de algún país pobre de África o Latinoamérica, de ningún "ranchito" de Argentina, de ninguna favela de Brasil, de ningún marginal suburbio de Manila, sino las tristes imágenes, dramas humanos y testimonios desgarradores en la infinita cola del paro de Parla, la capital del paro de toda la Comunidad de Madrid. Una cola de frustraciones, sueños rotos y vidas deshechas.
Si ya en septiembre en Parla el paro subió un 3,5 %, en octubre el número de desempleados en Parla se dispara otro 4 %.
El desempleo en Parla está desbocado y sin freno, redundando en una depauperación y desestructuración social galopantes. Un desempleo enquistado desde hace años que, ante el paulatino agotamiento de las prestaciones y los subsidios de paro, conduce a la desesperación, la marginalidad y la pobreza más absolutas.
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