jueves, 19 de abril de 2012

La trampa de la «bibliotasa» de Parla

El alcalde Fraile restringe su copago en las bibliotecas a la renovación del carné anual y reduce sus ingresos un 97%. La previsión en su plan de ajuste era  ingresar 852.000 euros: ahora apenas recaudará 30.000 entre los usuarios






MADRID- El pasado 31 de marzo, el Ayuntamiento de Parla aprobó un controvertido plan de viabilidad para garantizar el pago a los proveedores y en el que se calculaba que la deuda municipal con éstos ascendía a 275 millones de euros. El municipio se convertía así en el cuarto más endeudado de España. El plan de ajuste, que cuenta con la peculiaridad de no cumplir los requisitos fijados por el Gobierno –en lugar de a 10 años es a 20 e incluye la deuda financiera–, fue aprobado con los votos de los concejales socialistas y de Izquierda Unida. Y ahora, sólo dos semanas después, aquellos que respaldaron las medidas han comenzado a desdecirse y a rectificar uno de los puntos más antisociales del proyecto: el copago en las bibliotecas públicas.

En concreto, el documento aprobado en el pleno da luz verde al cobro de 3 euros «por la utilización de los servicios» de estas instalaciones. La inconcrección de lo aprobado y lo disparatado de las previsiones de recaudación del propio plan alimentaron enseguida el debate entre los vecinos, especialmente entre aquellos que utilizan las bibliotecas públicas: ¿se cobrarían 3 euros por un carné anual o, por contra, habría que abonar esta cantidad cada vez que alguien acude a solicitar el préstamo de un libro o a hacer uso del resto de servicios que estos centros ofertan? El plan incluye una previsión que sólo consigue arrojar más confusión: «En 2011 hubo 284.000 usuarios, lo que supondría unos ingresos de 852.000 euros al año». Al hablar de 284.000 usuarios en un municipio de 122.000 habitantes, parece quedar claro que la previsión inicial del alcalde, José María Fraile, era la de cobrar por cada uso. Sin embargo, su concejal de Cultura, Pablo Sánchez, salió al paso de las críticas y y subrayó que la «bibliotasa» sólo se abonará una vez al año por la renovación del carné. En tal caso, y partir de las estimaciones de los grupos políticos, si en Parla hay menos de 10.000 socios de la biblioteca, la cantidad recaudada nunca llegaría a superar los 30.000 euros anuales, muy lejos, por tanto, de los 852.000 a los que se comprometió el Ayuntamiento en el documento enviado al Ministerio de Hacienda. El propio Sánchez ha reconocido que «lo de los 3 euros no es un copago, sino una forma de concienciar a la gente de que las cosas no son gratis».

Segunda marcha atrás
Y para cerrar el despropósito que parece rodear a la aprobación de esta medida, Izquierda Unida ha emitido esta semana un comunicado en el que rechaza el copago en las dos bibliotecas del municipio, la Gloria  Fuertes y la Isaac Albéniz. Su encendida defensa de «la cultura libre y gratuita» resulta especialmente sorprendente después de que votaran a favor del plan que consagra la «bibliotasa» en el municipio.
La introducción de un copago de tres euros sorprende todavía más después de que el propio equipo de Gobierno de Fraile reconociera en el texto del plan de viabilidad, en su apartado dedicado a la economía y al empleo, que «la falta de cualificación y los bajos niveles de formación de la población de Parla más vulnerables que a la mayor parte de los municipios de la región».

¿Un plan viable?
Las cuentas no cuadran, pero ello no ha sido obstáculo para que la interventora municipal diera su visto bueno al plan de viabilidad. En lo referente al copago en las bibliotecas, el informe emitido por la interventora no sólo suscribe la previsión de ingresar 852.000 euros, sino que va más allá al recoger que «se contempla la posibilidad de aprobar nuevas tasas aunque no se define cuáles». Una inconcreción que ha sido criticada por el Partido Popular, ya que, como asegura su portavoz, Miguel Ángel López, «sólo les ha faltado poner que les tocará la quiniela, eso sí, sin concretar cuándo, porque este alcalde hace los presupuestos y los planes de ajuste como el que se inventa una quiniela loca: el problema es que Fraile nunca acierta y al final, terminan pagando la broma los vecinos».

Presupuestos viejos y ante la Justicia
El del plan de viabilidad no es el único frente que tiene abierto el alcalde parleño. Los presupuestos municipales han sido recurridos ante la Justicia por el PP. La principal formación de la oposición ha denunciado las cuentas de Fraile ante la Fiscalía además de presentar contra ellas un recurso contencioso-administrativo al considerar que son «falsas» y no responden a la realidad del municipio. Estos presupuestos, que fueron prorrogados por segundo año consecutivo –son en realidad los de 2010– recogen, por ejemplo, una estimación de recaudación de 25 millones en impuestos indirectos, cuando la realidad ha demostrado que esta cifra rondará los 3 millones. O que los ingresos por tasas municipales será de más de 15 millones, cuando en los años precedentes nunca llegó a 7. Además, estas cuentas arrojaron en 2010 un déficit de 41 millones de euros y en 2012 de 45 millones.
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